"Screen Scouts" viendo Tech Noir, en la Agencia de Apoyo a la Arquitectura de Barcelona AAAB |
Conforme avanzan los encuentros me voy dando cuenta de que la riqueza del Screen es también su principal vicio. Si ofrecer una programación extensa y diversificada permite dibujar un panorama exhaustivo de la creación visual internacional contemporánea, también dificulta mucho las opciones programáticas: es muy difícil conseguir que no se solapen las actividades y evitar la contra-programación resulta prácticamente imposible. Sin duda este es un punto clave a tener en cuenta para cualquier festival pero sabiendo que la audiencia del video arte aún no está consolidada en nuestro país (pese a tener ya más de 50 años de Historia!!) creo que el Screen from Barcelona debería cuidar más este aspecto.
Ayer estuvimos hablando con Laura Planas, comisaria independiente a cargo de la expo Tech Noir que nosotros disfrutamos ayer en la AAAB, y cuya sede principal es el Consulado General de México. Se trata de un programa de 45 minutos formado por 13 videos de artistas mejicanos que proponen un paso más hacia la creación de nuevos géneros artísticos a partir de la relación entre el arte y la tecnología. Herederos del aníme y el manga como principales exponentes de la mutación de los géneros que se produjo durante la postguerra japonesa, estos artistas nos proponen el tech noir, un "cruce entre la estructura narrativa del cine negro y la herencia de personajes nacidos del pánico nuclear".
En este sentido, pregunto a Laura sobre el significado del concepto video arte en el momento actual.
- Si en sus orígenes nace como una disciplina intrínsecamente ligada a la manipulación del soporte físico, la propia película, ahora que el concepto "soporte" se está diluyendo cada vez más, ¿cómo podemos establecer una frontera clara entre del video y el cine?
- El video arte se distingue por la intención del artista, hay una fuerte voluntad de experimentar, experimentar con la imagen a través de cualquier formato. Y tampoco existe esa supeditación a una duración concreta. Por ejemplo cada una de las piezas de Tech Noir se desarrolla durante un tiempo distinto.
En otro orden de cosas, Laura insiste en que "lo más importante es el proceso". Y sin duda esta expo es un buen ejemplo. Inicialmente, fue concebida como una invasión del espacio a través de 13 proyectores capaces de convertir el espacio díafano de la AAAB en 13 pantallas en movimiento. Finalmente, (y sobre todo por problemas, una vez más, de apoyos económicos prometidos y finalmente denegados) el programa de 45 min se reproduce en bucle proyectado sobre una de las paredes del espacio. Eso sí, la elección de esta pared invita a prolongar este proyecto a través de un futuro screen facade esbozado ya aquí por la irregularidad de la superficie de proyección: cuando la imagen se queda en blanco, no vemos una pantalla lisa, sino una mezcla entre una medianera desnuda y una pintura de Rothko en tonos transparentes.
Ahora me voy a un encuentro con Olivier Collet y Jérôme Lefaure, responsables del proyecto Homesession y con Augustin Rebetez, creador de After Dark and More.
Y después, nos toca la segunda dosis de ClaResil, en La Capella a las 19.30, proyección de Full Fire Arms de Emily Wardill.
Desde luego, como diría mi abuela "Chica, ¡qué trajinete!"
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